9 de julio de 2012

España vuelve a la remota caza del jabalí alanceado a caballo.

Cacería de un jabalí mediante lanza

La caza del jabalí a caballo y alanceado, una tradición prácticamente extinguida, criticada por ecologistas y animalistas por el sufrimiento del animal, regresa a España. Castilla-La Mancha prevé dar el martes el último paso para modificar el reglamento de caza e introducir como nueva modalidad cinegética el “lanceo de jabalí a caballo, cuya nueva implantación demandan los cazadores”. La práctica, que recuerda al polémico toro de Tordesillas —aunque sin la connotación festiva y popular— ya se oferta en algunos cotos de caza pese a no tener cobertura legal. Los lanceros defienden que ha sido una tradición de la que hay registros desde hace siglos. Para Ecologistas en Acción, se trata de “una práctica sangrienta y salvaje propia de bárbaro".

Enrique del Águila es fundador del Club Internacional de Lanceo y oferta en un coto de Toledo la caza del jabalí alanceado. “Es una práctica que estaba medio olvidada, pero se hacía en media España. Hay vestigios en el siglo I antes de Cristo y también que lo practicaba Alfonso X el Sabio o Felipe II”, cuenta. Según él, en el Arco de Constantino se ven relieves de uno de los dos emperadores romanos de origen hispano, Trajano, alanceando jabalíes. Hace unos tres años, tras probar en una finca madrileña, decidió ofertarlo para recuperar la práctica. Atrae cazadores de Madrid y les suelta jabalíes por las 50 hectáreas de finca. Los lanceros van en grupos y a caballo tras el animal. “El primero que hace sangre es suyo”. Aunque señala que el jabalí tiene oportunidad de escapar. Al final, a la pieza hay que rematarla. Cada año caza entre 30 y 50 jabalíes (a un precio básico para cuatro lanceros de 5.000 euros).
Del Águila mantuvo contactos con la Junta de Castilla-La Mancha para legalizar esta práctica y está a punto de conseguir su objetivo. El consejo de caza de la comunidad examinó el pasado 16 de mayo el borrador que reforma el reglamento de caza y que permite esta modalidad. La define como “batir un terreno a caballo cazando los jinetes con lanza a los jabalíes”. La primera redacción hablaba de “acosar” al jabalí, término que fue eliminado “para evitar conflictos éticos”, según el acta del consejo de caza. Este periódico intentó el viernes sin éxito obtener la versión de Castilla-La Mancha.
Juan Carlos Atienza, de la ONG ecologista SEO/Birdlife, que estaba en el consejo de caza, considera “inconcebible que se modifique una norma por el interés de una o dos personas, por importantes que sean”. Agrega que autorizar modalidades como esta son “un revés para todos los cazadores y gestores de caza que trabajan por conservar el medio ambiente”. El martes lo tratará el Consejo Asesor de Medio Ambiente, el último órgano consultivo que verá la reforma.

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