Un fotógrafo aficionado a los insectos y las cámaras de alta definición, explota otra manera de ver a estos increíbles y diminutos seres: bañados por el rocío.
Las gotas de agua les dan una apariencia casi irreal, como si estos insectos estuviesen hechos de oro, piedras preciosas y diamantes. Ondrej Pakan, de Eslovaquia, dice que no le importa mojarse bajo la lluvia con tal de llegar en el momento preciso en que la lluvia adorna a los insectos.
Un momento más en que la realidad supera, por mucho, a la ficción. La belleza, colorido y detalle de estas fotografías jamás podrían ser igualadas en un medio digital.
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